Afortunadamente no tenía ninguna expectativa con esta película o, mejor dicho, sabía que me iba a encontrar algo muy malo para puro lucimiento (¡y cómo luce!) de Megan Fox y por eso me sorprendió que no me pareciera tan mala. No es buena, es más bien mala, pero no muy mala. SPOILERS TRAS LA FOTO
La película trata sobre dos amigas, una muy guapa, Jennifer (Megan Fox), y otra menos, Needy (Amanda Seyfried), que una noche van a un concierto a ver a un grupo indie. En ese punto, el local se quema y Jennifer se va con los del grupo que resultan ser "agentes" de Satanás en busca de la fama, que hacen con ella un ritual satánico que no la mata porque les engaña diciendo que es virgen cuando no lo es y que, por el contrario, la convierte en un demonio sediento de sangre que tiene que matar para mantenerse guapa.
Mención especial para la escena donde Jennifer vuelve del ritual, la cara de mala y chunga que pone a su amiga, bastante conseguida y cómo se va poniendo fea cuando no come. A partir de ahí, muertes y demás tópicos. Sin embargo hay un giro inesperado y es que Jennifer le cuenta a su amiga lo que le ha pasado por lo que, desde ese momento, ambas lo saben y el rollito entre ellas cambia hasta que se produce el desenlace final.
En fin, que no es gran cosa salvo por Megan Fox y Amanda Seyfried que tampoco está mal y actúa mucho mejor, pero al menos es corta, va al grano y no pretende engañar a nadie.
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