Me ha encantado. La historia es buena, es graciosa pero sin acudir a tópicos fáciles y técnicamente es impresionante.
Partiendo de la típica historia del niño incomprendido que no quiere convertirse en un vikingo matadragones, que es ninguneado por los chicos de su edad y que se decide a cazar a un dragón que resulta estar "tullido" y al que el niño ayuda a volar, se llega a un relato de aventuras en toda regla con unas escenas finales de batalla al luchar contra el ¿dinosaurio? en donde los efectos del fuego y el agua brillan con luz propia.
Entre medias hay tiempo para la amistad entre el niño y el dragón, entre el niño y la niña, el distanciamiento y posterior reencuentro entre el padre y el hijo y algunas escenas graciosas de la "lucha" contra los diferentes dragones durante el adiestramiento de los jóvenes de la aldea.
En fin, un gran entretenimiento para toda la familia.
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