Buena película de Vincenzo Natali pese a Adrien Brody... La película explora algunas materias muy de actualidad como los experimentos con humanos, el dilema de poner por delante el bien del hombre por encima del de los sujetos con los que se experimenta, o si es lícito experimentar con cualquier cosa por el bien del avance humano.
La película cuenta la historia de dos científicos, que además son pareja, que crean dos seres que son capaces de producir una proteína muy útil para combatir enfermedades. Sin embargo, en un momento determinado, el laboratorio para el que trabajan les amenaza con quitarles el programa de investigación. Sin embargo, ella decide continuar con el siguiente paso lógico que es usar ADN humano.
A partir de ahí se crea un bicho que evoluciona con forma humana de mujer y que tiene un crecimiento acelerado. Vamos viendo toda su evolución y cómo aparecen y se resuelven los dilemas mencionados anteriormente.
Las interpretaciones son buenas, tanto la chica (Sarah Polley) como el bicho (Delphine Chanéac), pero Adrien Brody lo estropea. Parece que no sabe poner otra cara, y en El pianista pegaba porque estaba triste y eso por la guerra, pero aquí...
Mención especial para los efectos del bicho, muy bien hechos e integrados con la imagen real. El final también está bastante conseguido. En fin, bastante recomendable.
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