Había oído hablar de esta novela por primera vez en la extinta Web de Cyberdark, ahora convertida en tienda (muy buena, por cierto), en un documento con las que, a su juicio, eran las mejores novelas de ciencia-ficción, o al menos las más reseñables, bien por su calidad, bien porque habían marcado algún hito en el momento de su publicación.
En dicha lista se encontraban historias como La guerra de las salamandras de Karel Capek, Yo Robot de Isaac Asimov, El juego de Ender de Orson Scott Card, todas grandes novelas, o la que nos ocupa, Flores para Algernon de Daniel Keyes. Adelanto que me ha encantado...
SPOILERS DESDE AQUÍ
La historia es bastante simple. Un muchacho, retrasado mental, es tratado mediante una novedosa técnica que hace que se convierta en un genio pero que, con el tiempo, desgraciadamente vuelve al estado inicial.
Bajo esta premisa se encuentra un libro escrito en forma de diario. Las entradas corresponden a los informes que va escribiendo Charlie Gordon, el protagonista, contando su evolución.
La primera parte del libro es increíble. Apenas sabe escribir, las expresiones son muy toscas, hay infinidad de faltas de ortografía y la escritura está plasmada sin ningún tipo de estructura. Con el tiempo, según se inteligencia avanza, la escritura mejora, las estructuras también y vemos a un Charlie que se va desencantando de la sociedad y que va encontrando problemas interiores donde antes no los había: en la convivencia con sus compañeros de trabajo, en su relación con los científicos que le trataron, en su descubrimiento del amor y la represión a la que le sometió su familia, etc.
Por cierto, Algernon es un ratón sobre el que se realizó el mismo experimento y que también se volvió super inteligente y que en un determinado punto de la historia muere.
El desenlace del libro es previsible, pero no por ello es menos bueno, todo lo contrario. El hecho de ver cómo se va produciendo una regresión y la desesperación a que esto conduce a Charlie, crea un cierto desasosiego que está muy bien conseguido.
Pensándolo bien, debe ser muy difícil ver que te estás poniendo enfermo y que no puedes hacer nada, por ejemplo en enfermedades como el alzheimer o la ELA.
Bueno, ahora que he destripado completamente el libro, no me queda más que recomendar totalmente su lectura. El libro es para todos los públicos (de hecho está publicado en Barco de Vapor) y es bastante corto, algo más de 100 páginas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario