¡Vacaciones por fin! Y eso significa que puedo ver películas que tenía atrasadas de todo el año. He empezado por esta adaptación muy libre del cuento de Blancanieves que es entretenida sin más, aunque yo me esperaba que fuera peor, la verdad.
Y es que no hay nada como acudir a ver una película libre de tensiones del trabajo como para verla con otros ojos. Como digo, es mejor de lo que habría esperado. Un poco más larga de la cuenta, eso sí, pero la verdad es que los efectos especiales son un pasote, estuvo nominada al Oscar, la música no está mal y las interpretaciones, bueno eso es otra cosa...
Tengo debilidad por Charlize Theron, una de las mujeres más bellas a mi humilde entender. Me hace gracia cuando Ravenna (Theron) le pregunta al espejo aquello de "espejito espejito, ¿hay otra más bella que yo?" y el espejo responde que sí, nada menos que Kristen "orejas carnívoras" Stewart. La chica es mona, y en las escena del refugio de las hadas, cuando el sol le da y se le ven los ojos verdes, pues bien, pero vamos, nada comparable. Hasta cuando se está haciendo vieja es más guapa la mala. Juzgad vosotros mismos.
Dicho esto, algunas incongruencias. Después de llevar encerrada desde que es una niña, Blancanieves está en plena forma, sabe luchar, no se cansa nunca, en fin, una máquina...
Los personajes de los hombres, bastante planitos. Chris Hemsworth, el cazador del título, ejerciendo de bruto tierno poco creíble, Sam Claflin, el amigo de la infancia hijo del Duque, bobo bobo. Ray Winstone, el hermano de Ravenna, rendido totalmente a su hermana y amando en la distancia a Blancanieves.
Tópicos en una historia de buenos y malos muy diferenciados, destinada a un público adolescente pero que sirve para pasar una (larga) tarde de cine entretenido, no creo que se pueda pedir más.
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