domingo, 26 de febrero de 2012

Crematorio [Series]

Desde luego, da gusto ver una serie cuando está bien hecha, con buenos actores, buenos diálogos, buena historia. Y esta vez, ¡es española!, quién lo iba a decir. Se llama Crematorio y está producida por Canal+, aunque recientemente la ha programado La Sexta, que es donde la he visto.



Basada en la novela homónima de Rafael Chirbes, Crematorio cuenta la historia de corrupción de Rubén Bertomeu, un arquitecto y constructor valenciano que levanta un imperio utilizando todos los medios, legales e ilegales, necesarios para ello. 

La historia se ambienta en la época cercana del boom urbanístico, donde construir donde fuera y a cualquier precio era lo más importante, donde las comisiones y el dinero negro volaban en bolsas de basura y donde la falta de escrúpulos era (es) moneda común. 

A lo largo de los 8 episodios de la serie se narra la caída en desgracia de Rubén Bertomeu a través de las relaciones con diferentes personajes, antiguos amigos, su propia hija, su madre, su guardaespaldas, su nieta, el mafioso ruso, los concejales y alcaldes, en fin, no falta nada.

Para contar la historia, se entremezclan flashbacks significativos del pasado de Bertomeu con el desarrollo de la trama normal. En esos flashbacks es más lo que se insinúa de lo que es capaz Bertomeu, de lo que se enseña, recurso narrativo muy bueno para dejar cosas a la imaginación.

Los actores están todos muy bien. Primero, Pepe Sancho interpretando a Rubén Bertomeu. Luego Alicia Borrachero, que aquí está muy comedida y muy bien, después Juana Acosta, atractiva y frágil interpretando la joven mujer de Bertomeu y así un largo etcétera.

Una cosa que me ha gustado especialmente es que la serie no es la típica española dirigida a todos los grupos de edad, es decir, no están los niños chorras ni los abuelos ingeniosos. Las tramas van al grano y durante gran parte de la serie ni siquiera hay música, que sólo se utiliza para remarcar los momentos más emotivos o cuando aparece de ambiente en una fiesta.

En fin, no voy a contar nada de la trama. Sólo decir que merece mucho la pena, aunque el final es un pelín previsible, lo que no resta nada al disfrute que produce el visionado de los ocho episodios.

Más Crematorio y menos "Con el culo al aire", y nos iría mejor...

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