Parece que estaba predestinado a ver precisamente hoy esta película, después de la semana que he pasado y con los cambios que ocurrieron el viernes. No me ha afectado demasiado, pero me ha tocado la fibra sensible, y es que aunque no es directamente una historia sobre el desamor, sino más bien sobre la distancia en las relaciones, no puedo evitar relacionarlo con lo que personalmente me ha ocurrido a mí. Pero como esto no es un blog sobre sentimientos, me centraré en la película.
La película, que lleva por subtítulo "A Chain of Short Stories About Their Distance" es, como bien dice, una sucesión de historias cortas, concretamente 3, sobre su distancia, donde el "su" hace referencia a los protagonistas, dos amigos, chico y chica, que se conocen desde pequeños pero que por circunstancias familiares deben separarse y que tratan de mantener el contacto durante los años siguientes.
Los dibujos son tremendamente evocadores y muy detallados, al estilo de lo que se ve en las películas de Ghibli, y la música es tremendamente bonita, incluida la canción que es la pieza central de la tercera historia, con una letra preciosa.
Como decía, la película se compone de 3 historias, que se continúan unas a otras y que siguen el crecimiento de los protagonistas y donde resalta la ingenuidad adolescente, el primer amor, el primer beso, la promesa de mantener el contacto, y la triste realidad del distanciamiento.
Especialmente interesante me ha resultado que ambos querían ponerse en contacto desesperadamente, pero la mayoría de las veces cortaban las llamadas o los mensajes antes siquiera de enviarlos pensando que quizá el otro ya se habría olvidado.
¿Cuántas veces nos ocurre esto? Pensamos que siempre soy yo el que llama, que qué le importará a la otra persona si nunca se preocupa ni se pone en contacto. La intensidad con que vivimos las relaciones casi nunca es vivida igual por las dos partes, pero no por ello debemos dejar de hacer de nuestra parte por cuidarlas.
Y quizá ese es el mensaje que, al menos a mí, me queda de la película, el que por mucha que sea la distancia, hay que tratar de cuidar las relaciones, no ya de amor que quizá es más difícil, pero sí de amistad, porque lo que queda después es la melancolía y el vacío de pensar que podías haber hecho algo más y no lo has hecho. Y además, ¿quién te dice que la otra persona no está pensando en lo mismo?
En definitiva, una gran pieza, apta para todos los públicos y gustos, magníficamente dirigida y donde hasta el doblaje está fenomenal. Si se le puede poner algún pero, aunque esto es común de las películas de anime, cuando los personajes aparecen leyendo textos en japonés, deberían traducirlos o subtitularlos porque a veces son relevantes para la historia y no nos enteramos.