Esta es una clara demostración de lo poco que cuesta hacer una buena película cuando tienes una buena historia, un buen guión y unos actores brillantes que saben llevar todo a término de forma creíble. Eso, claro, sin menospreciar al artífice de todo, Jaume Balagueró.
Parece fácil mantener a alguien pegado al sillón mirando una historia que no deja de ser una la típica de terror y que, me temo, si se hubiera hecho en Estados Unidos, estaría llena de los típicos sustos y trucos de las películas de género.
La grandeza del film es su sencillez y su "esto le podría pasar a cualquiera". Un portero de finca sociópata que se encapricha de una vecina y se cuela sistemáticamente en su casa para drogarla por las noches y "dormir" con ella.
Las interpretaciones de Luis Tosar, Marta Etura (bellísima), y la sorpresa de la niña Iris Almeida con una gran actuación, son de lo mejor de la película. Otras no me gustan tanto, como la de Alberto San Juan o el señor mayor que finalmente despide a César (Luis Tosar), un poco forzados ambos.
No quiero contar nada de la película. Sólo dos detalles: uno, la madre en el hospital, impedida, que escucha con horror las cosas que le dice su hijo que va a hacer. Y por otro, y no menos reseñable, la charla totalmente cruel con la vieja interpretada por Petra Martínez y que es devastadora, sobre la soledad y la vejez.
Totalmente recomendable. Incluso se le perdonan los fallitos de guión que tiene y que no empañan en nada una gran ejecución.
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